La realización de tratamientos eco-guiados permite precisar la colocación de la aguja reduciendo así los riesgos como son la punción arterial o venosa y la posibilidad de infiltraciones potencialmente nefastas realizadas directamente en el interior de un tendón lesionado. Permite realizar tratamientos más precoces y precisos y acortar los periodos de recuperación en las lesiones.
Cualquier infiltración ecoguiada requiere una etapa diagnóstica previa para confirmar si la infiltración está bien indicada y para preparar el procedimiento por lo que debe ser aplicada por médicos debidamente formados para garantizar la máxima seguridad del paciente.